El 26 de junio a las 18 horas en la Galería “Enrique Mónaco” del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba (Obispo Trejo 104) se inauguró la muestra “Dibujos en hierro y papel”, con la participación de los artistas Hugo Bastos, Guillermo Lotz, Tristán Pauli. Se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 14 horas hasta el jueves 31 de julio.
El doctor Carlos Ighina dijo:
La plural inspiración que anima a las formas del arte suele evolucionar, como los riachos descendentes, por escarpados caminos, tránsitos de soledad bajo la sola contemplación de la naturaleza, que son, en definitiva, otros tantos canales del Universo, para fusionar sus esencias en la magnitud de los lagos que el hombre sostiene con sus diques, embalsamiento homogéneo y majestuoso que se explaya en una masa indistinta, pero que, sin embargo, deriva de orígenes diversos.
El dibujo, padre de la plástica, es aquí el hilo de plata vinculante que acepta los soportes más variados y se explicita en danzas incansables con trazas que, luego de abordar la incógnita de mundos, se perpetúa en una impronta duradera.
Es la insondable vida la que guía las manos y son los tres reinos de natura los que se asocian para dar los elementos que propician la creatividad.
Hugo Bastos, dibujante por definición y cultor de otras artes por afición, llegó acarreando un mundo ancestral, como arriero trashumante, entre risas y protestas, con lápices y crayones afines a las transformaciones, prodigando alegres armonías.
Guillermo Lotz, que tan artista es sobre el lomo dócil del papel como en el manejo más sutil de la arisca contextura del hierro, plasma sueños a resolver. Sólo él sabe como caminar sobre alfombras y pedregales porque intuye en lo suyo el poder absoluto del artista, que imita la supremacía de la Creación, siempre atenta a sus propias referencias.
Tristán Pauli nos muestra un elogio de la imaginación a través de intrincadas e inescrutables ciudades. La prepotencia del caos en los paisajes urbanos no es más que la recordación de aquella otra confusión inicial de la cual devino el orden de lo creado y de lo construido. Cambio, continuidad espontánea, apariencias de miedos y hasta espantos. Todo ello muestra a un artista que vive su momento, que a su vez tiene visos de eternidades, a través de una sublimación de las percepciones.
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