Se realizó el 29 de setiembre y comenzó frente a la sede del Colegio de Escribanos.
Como inicio de la segunda jornada del Festival de Música Contemporánea Plataforma 21, el artista italiano Davide Francesca, realizó el 29 de setiembre una performance por las calles del centro de la ciudad para el disfrute de los cordobeses; comenzando en la Galería de Arte «Enrique Mónaco» del Colegio de Escribanos y finalizando en el Colegio Monserrat.
“Los pétalos caídos” es el nombre de la intervención urbana y acción poética en memoria de las víctimas de la tragedia que afectó a Japón. El recorrido se pudo observar durante 200 metros en las calles peatonales del centro de la ciudad de Córdoba y contó con la adhesión y colaboración del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba.
La intervención contó con la presencia de la presidente del Colegio, Esc. Ángela Bonetto de Cima, y juega en la asociación poética entre la caída de los pétalos de la flor de cerezo de primavera y rememora a las víctimas de la reciente tragedia que afectó al país.
La instalación que “Los pétalos caídos” crea paso a paso una alfombra urbana de kimonos de luz, que hace vibrar y bailar con el viento. Los globos rojos están vinculados con una lluvia de pétalos de luz, una imagen poética capaz de moverse y al mismo tiempo evocar el mundo lúdico y despreocupado de la infancia.
El drama de acción se reduce a lo esencial: los kimonos de papel blanco usados por el actor se colocan ritualmente en las diferentes etapas del recorrido por las calles céntricas que realizará el artista. Cada paso va acompañado de una canción tradicional japonesa que cuenta la leyenda asociada a la Sakura, la lluvia flores de melocotón resorte.
La intervención es una organización conjunta entre el Teatro del Libertador San Martín y el Instituto Italiano de Cultura.
Pétalos caídos y globos al cielo en un setiembre particular
Ternura, magia, homenaje, solidaridad en honduras espirituales, todo ello se conjugaba a lo largo de 200 metros sobre el solado peatonal de la antigua Calle de la Universidad, entre el Edificio Notarial y el Colegio Nacional de Monserrat.
La tarde dinámica y presurosa pareció de pronto guardar un gran respeto por aquella figura blanca en sus ropas, con albura en su rostro y una candidez infinita en el canto que brotaba de sus labios. Era Davide Francesca, actor italiano pluridisciplinario, diestro en la armonización de las artes, que avanzaba ataviado de claro kimono y un centenar de globos rojos sujetos de su mano, a los que amarraba como en un rito desbordante de sentimiento a otros tantos kimonos de luz que se sucedían yacentes en la extensión del inusitado trayecto.
El recorrido ceremonial había partido de nuestra Sala de Arte, reservorio de belleza si se quiere, donde el artista se había maquillado, vestido y colocado su voz para la entonación de la canción japonesa que lo acompañaría en la travesía. Mientras tanto los globos rojos, que significaban la leyenda de sakura, es decir, la lluvia de flores de melocotón resorte, eran contenidos por brazos oficiosos, entre ellos los de nuestra presidenta, la notaria Ángela Bonetto de Cima, quien participaba de los preparativos compartiendo la emoción reinante.
Se trataba de la puesta en escena al aire libre de “Los pétalos caídos”, una performance de intervención urbana y acción pública en memoria de lo dolorosa tragedia que azotó al Japón, que todo recordamos. Todo conformaba un mundo lúdico, pero respetuosa y emocionalmente asumido.
En este contexto anímico el Colegio se sumaba al Teatro del Libertador y al Instituto Italiano de Cultura para renovar un proyecto que ya conoció otros escenarios en otros continentes, enmarcado en una experiencia exclusiva protagonizada por un artista singular.
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